lunes, 23 de febrero de 2015

Arquitectura de Teotihuacán

Teotihuacán
Arquitectura
Calzada de los Muertos
La calzada de los Muertos o Miccaohtli constituye el eje norte-sur de la ciudad de Teotihuacán. Actualmente tiene una longitud de aproximadamente dos kilómetros, aunque las investigaciones de Millon en la ciudad dan cuenta de que pudo alcanzar los tres kilómetros. Este eje comienza en la plaza de la Luna, recinto arquitectónico que se localiza frente a la pirámide de la Luna, y se prolonga hacia el sur a La Ciudadela, un conjunto arquitectónico situado en las inmediaciones del cauce del río San Juan. La anchura de esta gran vía es de 40 metros y su eje está desviado ligeramente hacia el noreste, 15º 30’ respecto al norte geográfico.65
A lo largo de la calle se encuentran los edificios más importantes destinados a templos, palacios y casas de personajes de altura. Allí están, además de las dos grandes pirámides, la Casa del Sacerdote, el palacio de Quetzalpapalotl (Quetzalmariposa), el palacio de los Jaguares, la estructura de las caracolas emplumadas, el templo de Quetzalcóatl, la ciudadela y muchas edificaciones más que en su día fueron de gran belleza. En uno de los aposentos se descubrieron pisos construidos con dos capas de láminas de mica de 6 cm de espesor, que fueron cubiertas más tarde con tezontle. El visitante puede contemplar esta curiosidad siempre que se lo pida al guardia del recinto.
Pirámide del Sol
La pirámide del Sol es el mayor edificio de Teotihuacán y el segundo en toda Mesoamérica, sólo detrás de la Gran Pirámide de Cholula. Por sus considerables dimensiones se puede observar a varios kilómetros de distancia. Tiene una altura de 63 metros, con una planta casi cuadrada de aproximadamente 225 metros por lado, por lo que suele compararse con la pirámide de Keops en Guiza (Egipto).
El edificio consta de cinco cuerpos troncocónicos superpuestos y una estructura adosada de tres cuerpos que no alcanzan la altura de la primera plataforma. La pirámide del sol se ubica en la banda oriental de la calzada de los Muertos, prácticamente alineada en forma perpendicular con esta vía. La imagen actual de la pirámide corresponde a la restauración realizada por Leopoldo Batresentre 1905 y 1910, pues como parte de la conmemoración del Centenario de la Independencia de México se habilitaron varios edificios de la ciudad para convertirlos en un atractivo turístico. La restauración de Batres ha sido criticada posteriormente por apresurada e incompleta amén de que se realizó sobre concepciones de la arquitectura mesoamericana basadas en los modelos egipcios.
En los inicios de Teotihuacán, el sitio donde se encuentra la pirámide del Sol correspondía a una especie de muro con base de talud y desplante vertical sin asociación a otras estructuras. El uso que tuvo esta estructura se desconoce, aunque Sugiyama plantea que pudo servir para delimitar un espacio sagrado. La pirámide del Sol tuvo dos etapas constructivas, durante la primera prácticamente alcanzó las dimensiones que tiene actualmente. El uso de la pirámide del Sol y el significado que tuvo para los habitantes de Teotihuacán permanece como una incógnita.
En 1971 Jorge Ruffier Acosta encontró un túnel bajo la pirámide, cuyo acceso se encuentra frente a la plataforma adosada. Los primeros investigadores del túnel —al que se llama también “cueva sagrada”— supusieron que se trataba de una caverna natural que fue empleada con propósitos rituales, lo que explicaría la construcción del monumento sobre ella. Sugiyama y su equipo han demostrado que la cueva fue cavada completamente por humanos. La estructura del túnel recuerda a las tumbas subterráneas de 0Occidente pues el acceso se lleva a cabo a través de un tiro de 6.5 metros. La cavidad se prolonga hacia el este por aproximadamente 97 metros, al final del túnel—que prácticamente coincide con el centro del edificio— se encuentra una cámara de cuatro lóbulos que, de acuerdo con la hipótesis de Sugiyama, pudo contener una tumba real.
Basamento piramidal de la Luna
La pirámide de la Luna es uno de los edificios más antiguos de Teotihuacán. Durante el siglo XIX también se conoció como Meztli Iztácual, nombre que Manuel Orozco y Berra recoge en su obra, donde sostiene la hipótesis decimonónica de que Teotihuacán fue una ciudad tolteca.68 Su forma final la adquirió después de siete etapas constructivas. Tiene una planta aproximadamente cuadrada de 45 metros por lado. Es de tamaño menor que la Pirámide del Sol, pero se encuentra a la misma altura por estar edificada sobre un terreno más elevado. Su altura es de 45 m. Junto a esta pirámide se encontró una estatua llamada Diosa de la Agricultura que los arqueólogos sitúan en época tolteca primitiva.
Esta pirámide se encuentra situada muy cerca de la del Sol, cerrando por el norte el recinto de la ciudad. Desde su explanada se inicia el recorrido del eje principal conocido como Vía o Calzada de los Muertos.



La Ciudadela y la pirámide de la Serpiente Emplumada
La Ciudadela es un conjunto arquitectónico localizado en la banda poniente de la calzada de los muertos, al sur del curso del río San Juan. El conjunto forma una gran plaza cuadrangular de aproximadamente 400 metros por lado y fue construido durante la fase Miccaotli, entre los años 150 y 250 d. C. El conjunto de La Ciudadela comprende también la pirámide de la Serpiente Emplumada, a la que rodean trece templos secundarios construidos sobre una plataforma. Detrás del templo de las Serpientes Emplumadas se encuentran dos conjuntos habitacionales que pudieron estar reservados para la élite teotihuacana. En el centro de la plaza se encuentra un adoratorio con cuatro escalinatas que daban acceso a la plataforma. La Ciudadela se convirtió en el centro político, cultural y económico de la ciudad de Teotihuacán, sitio que había correspondido al conjunto de la pirámide del Sol hasta entonces. Las causas de ese desplazamiento del centro de la ciudad son desconocidas, pero podría haberse debido a factores políticos.
La pirámide de la Serpiente Emplumada se halla a una cierta distancia de las dos grandes pirámides, en la Calzada de los muertos. Fue un descubrimiento arqueológico de 1920. Estaba soterrado por una pirámide de paredes lisas, sin ningún tipo de ornamentación.
En un principio se pensó que las esculturas que acompañan a las cabezas de serpiente emplumada, se trataban de representaciones de Tlalóc, sin embargo se tratan de Cipactli, que quiere decir cocodrilo, este personaje fue muy importante ya que con él se representaba el primer día con el que se iniciaba el calendario lunar de 260 días. Es por eso que el templo de quetzalcoatl, pudo haber sido un templo edificado al tiempo.
En noviembre de 2010, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia enviaron un carro robot, llamado Tlaloque I y diseñado por el Instituto Politécnico Nacional, para explorar un túnel estrecho, a 8 metros de profundidad y de aproximadamente 100 metros lineales de fondo, ubicado justo debajo del templo. Al hacer uso de un georradar, se llegó a la conclusión de que dicho túnel lleva a 3 cámaras donde los investigadores suponen se hallan los restos de algunos personajes importantes de Teotihuacán. De acuerdo con la arqueóloga Verónica Ortega: «Lo primero que hubo para hacer adoración en Teotihuacán fue este túnel y posteriormente pusieron un lugar ya sagrado, ahí se construyó la Pirámide del Sol [...] El recubrimiento es totalmente de lodo, [los teotihuacanos] tratan de dar una apariencia lisa a estos muros, probablemente para que las personas que se introdujeran aquí no se dieran cuenta que seguía el túnel». Previamente, este lugar había sido hallado por la cultura mexica y, más recientemente, en los años 1970, aunque en este último no se realizaron mayores hallazgos.
Palacio de Quetzalpapálotl
El palacio de Quetzalpapálotl (en náhuatlquetzalli-papálotl, ‘Mariposa-quetzal, mariposa de plumas, mariposa preciosa’) es una edificación que fue vivienda de la élite teotihuacana. Más específicamente, se ha propuesto que fue la residencia de los principales sacerdotes de Teotihuacán.72 El palacio de Quetzalpapálotl se localiza en el ángulo suroeste de la plaza de la Luna, detrás de la estructura 5 de este conjunto. Para acceder a su interior hay que subir una escalinata custodiada por unos jaguares. Desde la plataforma sobre la que se encuentra el edificio es posible descender al patio central del palacio. Este espacio está rodeado por pórticos que enmarcan los accesos a las cámaras interiores del palacio. Las columnas de piedra están talladas profusamente con representaciones de mariposas y plumas de quetzal, de ahí el nombre del palacio. En el tiempo que estuvo en funciones esta edificación, los relieves en las columnas fueron policromados. Los muros interiores estuvieron decorados con motivos relacionados con el culto a la divinidad del agua. Una de las subestructuras de este edificio es el patio de los Jaguares. Los muros de esta sección están decorados con escenas que representan a jaguares que portan penachos de plumas de quetzal y, frente a ellos, representaciones de caracoles marinos y corazones humanos.






Vestimenta de los Mayas

Mayas
Vestimenta
Los mayas es una cultura prehispánica que gran parte de la población estaba dedicada a las jornadas agrícolas, por ello usaron ropa adecuada a las condiciones necesarias, además la indumentaria dependía del nivel social. La mayoría de la gente vestía sencillamente: las mujeres con el sovon o hipil o una falda y su manto; y los hombres con una especie de calzón llamado patí. Sin embargo, la nobleza utilizaba ricos y complicados atuendos bordados con plumas y gemas, calzaba sandalias de mixa y lucía grandes tocados de plumas, además de collares, pectorales y pesados cinturones con incrustaciones de nácar y piedras grabadas. Otras prendas comunes entre los nobles fueron las faldas, capas cortas o largas, chaquetas (generalmente de piel de jaguar o algodón), adornos de conchascaracoles y diseños geométricos. Aparte del tocado, algunos nobles y sacerdotes llevaban enormes orejeras, narigueras, brazaletes y anillos de jadecuarzo y oro, y se perforaban la barbilla, bajo el labio inferior, para incrustarse un bezote.
Entre los accesorios había sombreros, turbantes, penachos, diademas y gorros cónicos. Por lo general el jade era muy utilizado hasta el 900 a. C. (aunque no desaparece) y posteriormente llega la joyería de oro.
Podemos imaginar, por las pinturas murales de Bonampak, la riqueza y suntuosidad que irradiaban estos atavíos en las ceremonias y también en las batallas, en donde los guerreros añadían al vestuario sus armas, escudos y cotas o chalecos protectores también profusa y bellamente adornados.
Para teñir sus artículos indumentarios utilizaron diversos colorantes. Los más importantes fueron:
De origen mineral
·         Arcilla atapulgita
De origen vegetal
·         Añil (Indigofera sufruticosa e Indigrofera guatemalensis), de estas dos (atapulgita y añil) se piensa que los mayas sacaron el azul maya (su color característico).
De origen animal
·         El color rojo, obtenido de la grana cochinilla (insecto parásito que ataca al nopal, del que hay varias especies de los géneros Opuntia y Nopalea).
·         El color violeta proviene de un caracol llamado Plicopurpura pansa.
Estos colorantes fueron obtenidos a través de cultivos o por el comercio.
Muchas personas podrían decir que en la época de los mayas no utilizaban vestimenta y si utilizaban son llamadas vulgarmente tapa rabos, y con este ensayo podemos conocer que no simplemente usaban eso, sino que también otros accesorios y poderlos llamarlos adecuadamente, también poder saber cómo hacían el color de su vestimenta.
Su vestimenta es un icono también de lo que representaban en la sociedad como por ejemplo, los nobles utilizaban ropa más cara por así decirla y de mejor calidad, en cambio las demás personas utilizaban lo mejor que podían para disimular.



jueves, 19 de febrero de 2015

Pirateria en Nueva España en el siglo XVII

NUEVA ESPAÑA
La piratería a fines del siglo XVII : Asedio de Cartagena por el Barón de Pointis

La piratería en el mar Caribe adquirió gran auge en el último tercio del siglo XVII. En 1671 el pirata inglés (después gobernador de Jamaica) Henry Morgan cumplió la increíble hazaña de cruzar por tierra el istmo de Panamá y tomar e incendiar a la ciudad del mismo nombre, la cual quedó completamente arrasada y hubo de ser trasladada a otro sitio. En 1682 un sencillo pero culto campesino, Bernardo Rodríguez, residente en Cartagena, envió al rey una carta que es fiel reflejo de la desazón y el desamparo experimentados por los españoles ameri
Esta desolada y al mismo tiempo altiva misiva recoge el pesimismo reinante entonces en las Indias, cuyos pobladores se sentían impotentes ante la rapante audacia de los piratas, contra quienes nada hacía la inoperante y corrupta armada de Barlovento, cuya misión era precisamente esa: proteger a los habitantes del saqueo y de la feracidad de los filibusteros, principalmente ingleses y franceses, adueñados del Caribe y del golfo de México. Y esta Cartagena, que antes tenía más de veinte propietarios de barcos, hoy ya no tiene ninguno y sólo tiene comercio con Cuba, de donde tres navíos que venían con azúcar fueron cogidos por el pirata y sólo se pudo librar uno. Y faltaba aún el tremendo y devastador ataque del célebre Lorencillo (Laurent Graff), coaligado con otros piratas, contra Veracruz en 1683. Es poco conocido el hecho de que después del atroz saqueo de esa ciudad y de una corta e imprescindible escala en Jamaica, para dejar allí sus presas y reaprovisionarse de bastimentos, Lorencillo se estableció a fines de 1683 en la Isla Fuerte, al sur de Cartagena, pero no se atrevió a atacar esta plaza cuyo inepto, iluso y jactancioso gobernador Juan de Pando se limitó a enviar, en diciembre de aquel año, tres inadecuados navíos del asiento de los negros de los Grillos, los que Lorencillo capturó en un abrir y cerrar de ojos. Después, con arrogante sorna, le envió un mensajero al gobernador para agradecerle su "aguinaldo" decembrino. Pando disimuló la incompetencia de su administración (que duro hasta 1687) enviando "espías" a Jamaica y divulgando en todos los puertos del Caribe cuanta noticia obtenía de quienes venían de Jamaica y Pitiguao (Saint Domingue). Pero hay que abonarle a Pando que hizo construir una galeota y una galera y que impulsó notablemente las obras de fortificación de la ciudad amurallada.
Lo más extraordinario de este lánguido final del siglo XVII en América fue que en abril de 1680 unos trescientos bucaneros ingleses atravesaron el istmo de Panamá y capturaron en el golfo de San Miguel en el océano Pacífico un barco de 30 toneladas, después otro más pequeño y, finalmente, una nave de 400 toneladas y otras cuatro más. Esto cambió por más de cinco años la historia del océano Pacífico, en cuyas costas estas naves y otras sembraron el terror y el pánico desde Pueblo Nuevo, en Nueva España, hasta el sur de Chile, sin atacar nunca El Callao, Panamá, ni Guayaquil, sino sólo los puertos menores. Los piratas más resistentes, unos 146, al mando de Bartolomé Sharp, salieron por el estrecho de Magallanes y llegaron a la isla antillana de Barbados, y de allí pasaron a Jamaica en donde los esperaba el nuevo y transformado gobernador Henry Morgan, que tenía una orden de arresto para Sharp; pero este último prefirió enfrentar la justicia en la propia Inglaterra, seguramente con la complicidad de su ex colega el flamante gobernador Morgan.

Las tropas de Diego de los Ríos estaban integradas en su mayoría por negros y mulatos inexpertos, pero eso no justifica su derrota. El célebre médico de los filibusteros A.O. Exquemelin, en la versión definitiva de su obra sobre los piratas publicada en francés, nos dice que estuvo personalmente en Cartagena, con Pointis, cosa que antes se ignoraba.. Así se desvirtúa la creencia de que Ducasse encabezó la horrible depredación de sus filibusteros.

Cuando en 1700 accedió al trono de España Felipe V, el nieto de Luis XIV, la marina francesa se dedicó a proteger a los barcos españoles. Dos veces más estaría Ducasse en Cartagena: como jefe de la escuadra gala que escoltó a las naves peninsulares de la flota de Nueva España desde Cartagena a Veracruz en 1708 (por primera vez, que sepamos, la flota de Nueva España viajó junto con la de los galeones de Tierra Firme hasta Cartagena) y luego en 1711 como capitán de un navío que llevó la plata y el oro desde Cartagena hasta España. Ducasse es un interesante personaje que también estuvo en Africa dedicado a la trata negrera y que merece una biografía.

Con la llegada de los Borbones al trono en 1700, la piratería fue prácticamente desterrada de nuestras costas, pero los barcos franceses fueron durante casi veinticinco años autorizados a llevar mercancías desde Europa a Lima, El Callao y otros puertos del Pacífico por el Cabo de Hornos, causándole así un comprensible daño a Cartagena, a Panamá y a la flota de los galeones, que empezó a languidecer hasta su definitiva desaparición en 1737.
Concluyendo, se puede decir que a lo largo de todo el siglo XVIII que fue cuando Nueva España estaba en su apogeo había ciertos sucesos que hicieron al mar un lugar por así decirlo inseguro de todos los personajes que destacan como piratas, en ese tiempo llamados  también bucaneros algunos realmente lo hacían por necesidad de algo estable, otro en cambio lo hacían por temerarios y por ganar respeto por las personas a su alrededor. Existen muchas leyendas de cómo fue la piratería en ese entonces sin embargo como su nombre lo dice “La leyenda” no es exactamente la mejor fuente de confianza que tenemos hoy en dia, sino los testigos u  objetos de antaño.
Bibliografía